Vivir de forma ecológica no tiene que ser fastidioso, costoso y no tiene que llevarte mucho tiempo. En realidad son los pequeños cambios en tus costumbres del día a día, tomar consciencia y saber consumir es lo que hace la gran diferencia.
CUALQUIER cosa que hagas, desde ponerte un pintalabios hasta cargar tu móvil, influye en el gasto total de energía y de recursos energéticos del planeta.
Todos sabemos el número de zapatos que gastamos, pero cuántos de nosotros saben la cantidad de dióxido de carbono y de los otros gases de efecto invernadero que producimos?
El grado de consumo diario determina la profundidad de estos gases, que miden el impacto que nuestro estilo de vida tiene sobre el medio ambiente. Es bastante simple minimizar el nivel de esos gases en tu vida de la forma más sencilla posible. Eso no significa que tienes que mudarte a un área rural ni tanto menos a una caverna y negarte toda clase de lujos.
El peligro del calentamiento global, las emisiones de CO2 y el terrible peligro de agotamiento de los recursos de la tierra, han impulsado muchísimas personas a pensar de forma ecológica sobre su forma de vivir la vida. A primera vista puede ser difícil ver lo que una sola persona puede hacer frente a este asunto tan monumental, no somos personas influyentes, potentes o lo bastante ricas como para vivir nuestro estilo de vida ecológico de forma influyente.
Afortunadamente hay montones de productos y estilos estupendos a un precio razonable en este mundo que nos circunda, y que nos benefician a nosotros y al medioambiente. Hay muchísimos consejos simples que con sólo ponerlos en práctica te introducirán en el movimiento internacional ecológico de más rápido crecimiento de hoy en día, el "green living movement" (de acuerdo a Wikipedia éste es una filosofía de vida que consiste en elegir y actuar de tal manera que consigas dañar lo menos posible al medioambiente).
No sólo es responsable y sensato tener un estilo de vida ecológico, sino que es también muy difundido y ¡tan a la moda!
En los EEUU, no eres una verdadera celebridad hasta que no utilices tu fama para ayudar al medio ambiente o al mundo en general. ¡Y no hay nada malo en eso! Las celebridades están en una posición única e ideal cuando se trata de crear un modelo de forma de vida ecológica y proponer un camino al resto de la gente. Puesto que están bajo la constante mirada de los medios, las celebridades nos inspiran con sus vidas, cómo las conducen y las elecciones que hacen.
La responsabilidad social empresarial, las normas éticas, la producción sostenible son todas palabras que están de moda y reflejan la mega moda del vivir ecológico. Son conceptos que todos podemos aprobar porque son todos muy justos, humanos y nos hacen sentir que somos parte de una comunidad, esforzándonos todos en producir un cambio. Pero si quieres hacer realmente la diferencia en términos de ambiente y sostenibilidad global del mundo, entonces tienes que empezar en tu propia casa, en tus armarios y alacenas.
Si quieres predicar con el ejemplo, tendrás que hacer lo que dices, a fin de cuentas las acciones hablan más que las palabras. Un estilo de vida ecológico es algo más que pensar en verde o continuar solo a lanzar mensajes políticamente correctos. Se necesita una nueva actitud mental, un cambio, dejar de centrarse principalmente en uno mismo y mirar las cosas más holísticamente. Quizás no veas el efecto inmediato de reciclar un tarro de lata o de acordarte de cerrar el grifo mientras te cepillas los dientes, pero lo que haces es ganar en tomar conciencia de tus propios niveles de consumo y de los recursos que gastas, tan pronto como empieces a mirar tus costumbres desde un punto de vista ecológico.
El lujo moderno, el eco-lujo, no es tener un montón de cosas de todo tipo, sino que es tener exactamente las cosas justas, y vale lo mismo para tu interior que para el exterior. El glamour superficial está siendo dejado de lado con el fin de darte lo mejor, así también los productos hechos de la mejor calidad y conformes a una producción sostenible y con normas éticas. Queremos satisfacer nuestra vanidad interior al igual que nuestro deseo de vernos bien. Esto es absolutamente urgente pues la industria textil con sus enormes consumos químicos está agotando recursos de la tierra (para no hablar de la exposición de alergias provocada entre los consumidores de ropa fabricada de forma no orgánica).
La mejor elección que puedes hacer para el medioambiente es dar tu respaldo y comprar tejidos orgánicos. Pero no tires todo tu guardarropa para sustituirlo con uno nuevo hecho de vestidos orgánicos, eso sería derrochar. En cambio, piensa muy bien y planea atentamente tus compras para cuando necesites algo nuevo.
...¿los periódicos que echas al contenedor del papel se transforman en un nuevo periódico en tan sólo una semana?
...¿en tan sólo 6 semanas, las latas de cervezas y soda se reciclan para devenir partes de coches y aviones?
...¿todos los productos que te pones en la cara y en el cuerpo deberían de ser comestibles? Eso porque ¡todo lo que te pones en la piel viene absorbido por el cuerpo!
...Las granjas orgánicas tienen un 44 % más de pájaros sobre sus campos y cinco veces más de plantas salvajes que las granjas no orgánicas, sencillamente porque no usan pesticidas.
...qué beneficio puedes aportar al medioambiente solo con no comer carne una o dos veces a la semana? Los animales de granjas se crían con masivas cantidades de agua y contaminación del aire.
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